El informe Romeva sobre la política de venta de armas por parte de los países de la UE fue aprobado ayer por el Parlamento Europeo sin que fueran eliminadas del documento algunas de las recomendaciones más controvertidas que incluía, como el mantenimiento del embargo a China --que se impusó en 1989 cuando el Ejército chino reprimió violentamente una manifestación estudiantil en la plaza de Tiananmen-- o que pasen a considerarse también armas instrumentos que en algunos países se utilizan para la tortura, como las porras eléctricas.

Sin embargo, el eurodiputado español Raül Romeva (ICV) no pudo ver aprobado en su integridad el informe --encargado este año de forma excepcional al grupo de Los Verdes-- porque el Partido Popular Europeo vetó uno de los capítulos: la imposición de una tasa sobre la venta de armas.

El Gobierno español, entre otros, se había mostrado favorable a gravar con un impuesto especial las transacciones de armas, de modo que los fondos recogidos pudieran destinarse a programas de ayuda a víctimas de conflictos bélicos.