La divulgación, ayer, de las declaraciones de impuestos de los parlamentarios italianos reveló lo que muchos ciudadanos, en este país, sospechaban: el magnate y primer ministro, Silvio Berlusconi, sigue siendo el político más rico de Italia, con una renta declarada de más de 14,5 millones de euros en el 2007.

Con estupor, sin embargo, los observadores y la prensa del país ayer destacaban otro dato: Berlusconi es un hombre próspero, pero menos que en el 2006, cuando reconoció unas ganancias de 139,2 millones de euros, es decir, 10 veces más que en el 2007.

El tres veces primer ministro posee cinco apartamentos en Milán y la copropiedad de otro en la misma ciudad, dos plazas de aparcamiento, dos coches (un Mercedes y un Audi), tres embarcaciones de lujo y un terreno en Antigua, Guatemala. También es titular de cuatro depósitos bancarios y accionista de siete empresas, entre otras de la Banca Popolare dello Sviluppo, y del consorcio empresarial Fininvest, del que forman parte la editorial Mondadori, la productora Medusa y el grupo Mediaset (accionista mayoritario de la española Tele 5).

Respecto al 2006, de las cuentas de Il Cavaliere desapareció el equipo de fútbol Milán, del que era presidente y dimitió, según el documento presentado ayer, el pasado 8 de mayo del 2008.

GASTOS ELECTORALES En cuanto a los gastos electorales del 2008, por los comicios legislativos, en la declaración de renta del jefe del Gobierno se lee que abrió y cerró una cuenta en el Banco Monte Paschi di Siena, pero con solo 19 euros y 2 céntimos.

Según los datos, Berlusconi es seis veces más rico que su rival, el líder del Partido Democrático, Dario Franceschini, y 10 veces más que Gianfranco Fini, el presidente de la Cámara de los Diputados. En el Gobierno, el ministro de Economía, Giulio Tremonti, es el segundo político con renta más alta, al declarar 4,5 millones de euros.