La propuesta franco-alemana de una presidencia bicéfala para la futura UE de 25 miembros provocó ayer los primeros reparos entre los líderes comunitarios. El primer ministro griego y presidente semestral de la UE, Costas Simitis, afirmó en Estrasburgo que "hay que discutirla con cuidado para clarificarla" porque plantea muchos problemas. La Comisión también advirtió de que puede provocar una cohabitación imposible.

Alemania y Francia acordaron proponer a sus socios que la Constitución de la UE establezca la coexistencia de un presidente de la Comisión Europea, elegido por el Parlamento Europeo, y de un presidente del Consejo de la UE, elegido por los jefes de Estado y de Gobierno por dos años y medio renovables.

La iniciativa es un complejo equilibrio entre el planteamiento federalista de Alemania y el deseo de mantener un mayor control gubernamental por parte de Francia, España, Italia y Gran Bretaña. El plan refuerza el poder de la Comisión Europea y del Europarlamento y da más estabilidad a la presidencia del Consejo de la UE, que ha actuado hasta ahora como presidencia única.

La proposición incluye la creación de un ministro europeo de Asuntos Exteriores, que asumirá las actuales funciones de Javier Solana y del comisario Chris Patten. La nueva figura presidirá el Consejo de Ministros de Exteriores y será miembro, al mismo tiempo, de la Comisión Europea.

Simitis recordó que la propuesta de un presidente de la UE electo ya fue rechazada por una parte de los estados miembros. "¿Cuáles serán las responsabilidades del presidente electo de la UE, cómo cooperará con el presidente de la Comisión Europea y qué ocurrirá en caso de divergencia entre los dos?", se preguntó Simitis. El Benelux y Finlandia defendieron también la presidencia semestral. La CE apoya la elección del presidente por la Eurocámara.