Enric Marco, expresidente de la asociación Amical de Mauthausen y otros campos, no estuvo nunca internado en el campo de concentración nazi de Flossenburg, contrariamente a lo que él mismo aseguraba en numerosas entrevistas concedidas a los medios de comunicación. En un comunicado hecho público ayer, Marco reconoció haber "deformado la realidad" del relato de su etapa como preso del III Reich, contenido en su biografía de 1978, y renunció a todos sus cargos en la asociación.

Reunida de urgencia, la junta directiva de Amical de Mauthausen acordó, el pasado 2 de mayo, delegar la presidencia de la asociación en Rosa Torán y obligar a Marco a regresar de Austria para impedir su presencia en los actos conmemorativos por el 60 aniversario de la liberación del campo nazi. "Hay muchos casos en los que la gente no distingue entre lo que es realidad y lo que es mentira", aseguró ayer a este diario la historiadora Torán.

La presidenta en funciones de la asociación admitió haber hablado con Marco y aseguró que está "muy afectado". Torán no precisó cuál fue la verdadera trayectoria de Marco como preso en las cárceles del III Reich y conminó al propio expresidente de Amical a explicar su verdadera historia. También pidió a los medios de comunicación "respeto" hacia Amical de Mauthausen y otros campos y les conminó a que distingan "entre la asociación y las personas". Conocer la reacción del propio interesado fue imposible anoche, y Torán apuntó que "no está localizable".

Según la nota hecha pública ayer por Amical de Mauthausen, las sospechas comenzaron al circular un informe, realizado por el historiador Benito Bermejo, en el que se dudaba de la trayectoria de Marco como deportado.

El expresidente, en su nota, admitió haber salido hacia Alemania a finales de 1941 en una expedición "de trabajadores españoles" y haber regresado a España a comienzos de 1943, mucho antes de la liberación de los campos nazis en 1945. No estuvo en el campo de Flossenburg, aunque sí afirma que fue "preso preventivo del III Reich acusado de conspiración". Marco fue secretario general de la CNT entre 1978 y 1979 y en el 2001 recibió la Cruz de Sant Jordi de manos del expresidente Jordi Pujol.

El mismo día en que la junta directiva relevó a Marco, el propio interesado aseguró en una entrevista: "El día de la liberación no fue un día de excesivas alegrías para nosotros; no era más que eso, que parecía que estuviéramos libres pero no podíamos volver a nuestro país". Durante la conversación, Marco se mostró irritado e incómodo.

"SUERTE Y FUERZA MENTAL" Y añadió: "Sobrevivir en un campo de concentración es tanto cuestión de suerte como de fuerza mental". El 29 de enero pasado, habló en el Congreso, donde aseguró: "Cuándo llegábamos a los campos nos desnudaban, nos mordían sus perros...".

La controversia estalló poco antes de los actos conmemorativos por el 60 aniversario de la liberación de Mauthausen, entre los días 5 y 9 de mayo. Amical decidió priorizar "los actos, por respeto a los deportados".