"El presidente Correa estuvo a punto de morir", afirmó ayer en Zaragoza el presidente de la Asamblea Nacional de Ecuador, Fernando Cordero, que se hallaba en la capital aragonesa para firmar un convenio de colaboración con la Fundación Giménez Abad. "Se eliminó la asonada policial y al presidente se le ha podido rescatar sano y salvo y ahora está bien", añadió. Según Cordero, la policía ecuatoriana fue utilizada "por los actores intelectuales del golpe". "Pero los responsables de la tentativa no quedarán en la impunidad", subrayó después de afirmar que no había potencias extranjeras tras los golpistas. F. VALERO