El euroescéptico presidente checo, Vaclav Klaus, lamentó ayer el "sí" de Irlanda al Tratado de Lisboa y el hecho de que fuera "la última oportunidad" para discernir del proceso de integración europea, ya que a su entender no habrá más consultas ciudadanas. "Los irlandeses tuvieron la última oportunidad de decir algo, pero por última vez", dijo. Klaus comparó el referendo irlandés con la repetición de un partido de fútbol porque no gustase el resultado.