El presidente chileno, Sebastián Piñera, llegó ayer a la mina San José para esperar el "momento maravilloso en que los vamos a poder rescatar desde las entrañas de la montaña". Piñera apostó fuerte en esta crisis con anunciado final feliz. Instó a agotar las posibilidades de búsqueda de los mineros cuando se pensaba que no había nada que hacer. La llegada de su homólogo boliviano, Evo Morales, está prevista para hoy. La historia de Chile tiene a veces imágenes cargadas de simbolismo. Ricardo Lagos será recordado por haber apuntado con el dedo, a través de las pantallas de televisión a Pinochet.

IMAGENES PARA LA MEMORIA La memoria guarda aquí el llanto y posterior petición de perdón de Patricio Aylwin, el primer presidente de la democracia, al recibir el informe sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura. La escena de Piñera aferrado al papelito con la frase "Estamos bien en el refugio los 33", tiene, para muchos, el mismo espesor emocional.

El presidente busca sacar el máximo rédito a esta situación. Según Claudia Rivas Arenas, del portal El Mostrador , el derrumbe en la mina ya no es considerado "un terrible accidente". Es una "terrible oportunidad" para el oficialismo. Existe, no obstante, en la coalición de derechas, temor a ser acusados de oportunistas. Carlos Huneeus, del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea, ha dicho que, hasta el momento, los acontecimientos no han elevado la popularidad de Piñera, del 50%. Sí sube la del ministro de Minería, Laurence Golborne, a quien ven como futuro presidenciable.

Una encuesta del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública refleja que el 79,7% de los chilenos consideran que ha existido un aprovechamiento de la imagen de los 33 .