El presidente del COI, el belga Jaques Rogge, ha manifestado hoy que "la violencia no es compatible con el espíritu olímpico" y ha puesto de manifiesto "la profunda preocupación del COI" por lo que está sucediendo en Tíbet y por cómo está afectando a los Juegos y al relevo de la antorcha. "Todos estamos muy preocupados por la situación", ha dicho en un perfecto español el presidente del COI. "La situación en Tíbet ha generado una ola de protestas de gobiernos, medios de comunicación y ONG que está afectando al relevo de la antorcha", señaló en referencia a lo ocurrido ayer en Londres.

"El COI ha expresado su profunda preocupación y ha pedido una rápida solución a la situación en Tíbet", añadió, antes de asegurar que "violencia no es compatible" ni con el relevo de la antorcha ni con el espíritu olímpico. "Necesitamos la unidad del Movimiento Olímpico para resolver conflictos y obstáculos", añadió Rogge, durante la primera sesión de la Asamblea de ACON (Asociación de los Comités Olímpicos Nacionales en Pekín).

Rogge, ahora en inglés, después de haberse expresado también en francés, se puso a la disposición de ACON para debatir este asunto. "La principal tarea del COI es proporcionar unos excelentes Juegos Olímpicos a los atletas, que se lo merecen", concluyó. Por su parte, Mario Vázquez Raña, presidente de ACON, repitió después de recibir un premio a sus 40 años de trabajo por el Movimiento Olímpico, como ya hiciera el sábado, que la clase política no debería pedir el boicot de los Juegos de Pekín.

La antorcha olímpica fue recibida ayer en Londres con intentos de sabotear el relevo que se saldaron con la detención de más de una treintena de activistas que se manifestaron a favor de la independencia de Tíbet, alguno de ellos con métodos drásticos, como tratar de apagar el fuego olímpico con un extintor.