Un gravísimo sobresalto, aunque sin consecuencias políticas. Así se puede describir el ataque realizado en la madrugada de ayer por militares renegados contra la residencia del presidente de Guinea-Bissau, Joao Bernardo Vieira, en el que resultó muerta al menos una persona, una semana después de las elecciones legislativas. Pese a que anoche el motín se había dado por fracasado, la situación en ese paupérrimo país del oeste africano, convertido, a ojos de muchos analistas, en un narcoestado, era de gran tensión.

El tiroteo se produjo alrededor de las tres de la mañana (una hora más en España) y causó graves daños al edificio presidencial. Dos horas más tarde, pudo oírse otro intenso intercambio de disparos cerca del cuartel de Mansoa, a unos 70 kilómetros de la capital. Un responsable del Ministerio del Interior aseguró a France Presse que se había producido "un muerto" entre las filas de los atacantes y que tres asaltantes fueron detenidos y estaban siendo interrogados.

En declaraciones a este diario, Franglin López, sobrino del presidente de Guinea-Bissau, intentó explicar los detalles de la tentativa. "Pegaron tiros por toda la casa del presidente, pero ahora todo está tranquilo; el presidente se encuentra en estos momentos encerrado en su residencia", explicó. Vieira conversó ayer por teléfono en varias ocasiones con representantes de la Unión Africana, a los que informó del fracaso golpista.

Según López, los motivos del grave incidente armado residen en el fracasado intento del expresidente Kumba Yala de salir del país y refugiarse en Marruecos, además del rechazo del Partido de la Renovación Social (PRS), de Yala, al resultado de los comicios, en los que venció el Partido Africano por la Independencia de Guinea Bissau y Cabo Verde (PAIGC). El motín se produjo tras la publicación de los resultados provisionales de las elecciones, que concedieron una amplia victoria (67 escaños sobre 100) al PAIGC, expartido único.

PROTESTAS MILITARES Según fuentes diplomáticas "existe un sector de la población que achaca al anterior presidente llevarse el dinero de Bissau y puede ser que parte de la población se haya rebelado en contra de ello y quieren que rinda cuentas por las malas gestiones realizadas".

Las mismas fuentes diplomáticas han asegurado que hace varios días, "los militares protestaban contra Joao Bernardo Vieira porque querían que aumentaran los sueldos, algunos sin pagar por el anterior mandatario, y exigían que se les proporcionara más raciones de arroz y a mejor precio que al resto de la población". Los militares vienen reclamando privilegios que el actual presidente aún no ha concedido. Por este motivo, atacaron el palacio residencial.