Israel ya tenía un exministro de Justicia, Haim Ramon, acusado de comportamiento indecente por besar con lengua a una empleada en contra de su voluntad, y al primer ministro, Ehud Olmert, investigado por un presunto trato de favor en la venta del Banco Leumi. Ahora le toca al presidente, Moshe Katsav.

El fiscal general del Estado, Menahem Mazuz, le comunicó ayer que está "sopesando" llevarlo a juicio por violación, acoso sexual, abuso de poder, fraude y obstrucción a la justicia, tras recoger "pruebas suficientes" para ello. Uno de los abogados de Katsav afirmó que el presidente cesará temporalmente en sus funciones si es procesado.

Los cargos involucran a tres empleadas en la residencia presidencial y a otra del Ministerio de Turismo. En el último caso, el fiscal le puede acusar de violación; en el resto, de acoso.