Bush apremió a sus leales del Congreso para que aprovechen el mes de control del legislativo que les queda para aprobar la ley de vigilancia antiterrorista. Varios congresistas han expresado sus dudas, y un juez de Michigan declaró la ley anticonstitucional en agosto. La ley autorizaría, con efecto retroactivo y sin autorización, la vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional sobre las conversaciones entre residentes en EEUU y presuntos terroristas fuera del país.