El presidente de Taiwán, Chen Shui-bian, y la vicepresidenta, Annette Lu, sobrevivieron ayer con sólo heridas leves a un intento de asesinato, la víspera de las elecciones presidenciales y del referendo que se celebrarán hoy en la isla. El atentado, que no se atribuyó ninguna organización, pone en una situación incómoda a China, que no ha dejado de denostar a Chen por sus posiciones independentistas.