El presidente checo, Vaclav Klaus, cuyo país ejerce la presidencia semestral de la Unión Europea (UE), comparó ayer el proyecto de integración de Europa con el régimen totalitario soviético ante el Parlamento Europeo. La intervención del dirigente conservador en el hemiciclo desató los aplausos enardecidos de los diputados euroescépticos y las protestas de otros numerosos parlamentarios, que optaron por abandonar el acto.

Incluso el moderado presidente de la Eurocámara, el conservador alemán Hans-Gert Pöttering, se vio obligado a recordar a Klaus que "en un Parlamento del pasado no habría podido pronunciar ese discurso", para rebatir sus críticas a la supuesta falta de libertad que hay en la UE.

"NO HAY ALTERNATIVA" Klaus, que no ocultó su insatisfacción por tener que escuchar el himno europeo antes de su intervención, tuvo que reconocer que para la República Checa "no hay otra alternativa" que la pertenencia a los Veintisiete. Pero a continuación comenzó a reiterar sus críticas a la UE, a la integración europea y al propio Parlamento Europeo.

"Es un error creer que debe irse hacia una Unión cada vez más estrecha o una integración más profunda de los estados miembros", señaló. "Los intentos de profundizar en la integración y llevar decisiones sobre las vidas de los ciudadanos de los estados al nivel europeo pueden poner en peligro las cosas positivas que Europa ha alcanzado en el último medio siglo", añadió.

Klaus destacó que la defensa del proyecto de integración europea le recuerda "el sistema político en el que vivía no hace mucho una parte de Europa, que no permitía alternativa ni oposición parlamentaria", en una clara alusión al sistema totalitario soviético que rigió Europa oriental hasta 1989.

Klaus insistió en el "déficit democrático de la UE", donde "las decisiones las toman los buró- cratas, las élites", y aseguró que el Tratado de Lisboa "aumentará aún más el alejamiento de los ciudadanos". "No existe un pueblo europeo, y el reforzamiento del poder del Parlamento Europeo solo aumentará los problemas y conducirá a una mayor alineación de los ciudadanos frente a la UE y sus instituciones", prosiguió.

SISTEMA QUE "OPRIME" "El sistema actual de la UE oprime el mercado y conduce a una gestión centralizada de la economía", afirmó Klaus. El líder checo agregó para asombro de sus oyentes que la actual crisis financiera no es consecuencia de los problemas del mercado, sino de "la manipulación política de los mercados", obviando los activos financieros basura y la falta de controles y regulación.

Los líderes del grupo Verde, Daniel Cohn-Bendit y Monica Frassoni, resumieron el sentir de la mayoría al criticar "la visión manipulada de la realidad europea" ofrecida por Klaus.