El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se alegró ayer de que las FARC hayan anunciado que liberarán a tres rehenes. Pero más allá de la satisfacción humanitaria, el presidente venezolano aprovechó la situación para mofarse de su homólogo colombiano, el presidente Alvaro Uribe. Y es que resulta paradójico que la guerrilla asegure que entregará a Chávez a los liberados pocas semanas después de que el presidente colombiano le retirara de las gestiones de mediación.