No quiero un cargo que esté manchado con la sospecha del favoritismo". El hijo de Nicolas Sarkozy, Jean, explicó así en directo, ante las cámaras del canal público France 2, su decisión de renunciar a la presidencia del Epad, el organismo público que gestiona el urbanismo de La Defense, uno de los mayores centros de negocios de Europa. Su candidatura al puesto --al que optaba como concejal provincial-- con tan solo 23 años y siendo estudiante de Derecho había levantado en el país vecino una lluvia de acusaciones de nepotismo.

La fuerte presión mediática y política ante su meteórica carrera política ha acabado por hacer mella en el segundo hijo del presidente de la República. En los últimos 15 días, Jean ha estado en el ojo del huracán. Hasta el punto de que más de 200 periodistas franceses y extranjeros se han acreditado en el Consejo de Hauts-de-Seine --departamento del que depende La Defense-- para asistir hoy a la elección del vástago de Sarkozy como miembro del consejo de administración de la Epad, paso previo para la presentación de su candidatura a la presidencia del ente.

Una designación asegurada --la derecha cuenta en el consejo con 30 votos frente a los 15 de la izquierda--, pero que finalmente tendrá menos interés después del anuncio de anoche. Jean Sarkozy será nombrado miembro del consejo de administración, pero renunciará a optar a la presidencia de La Defense.

"He reflexionado mucho estos días, he sido objeto de una campaña de manipulación, se han dicho muchas mentiras pero también hay algo de verdad", reflexionó el joven estudiante de segundo de Derecho. Como ha venido haciendo estos días, Jean reivindicó su legitimidad para optar al cargo en calidad de consejero del departamento después de haber ganado su escaño por el cantón de Neuilly, ciudad fronteriza con París, de la que su padre fue alcalde casi 20 años. También consideró que las críticas "forman parte de la política", aunque las juzgó "injustas".

DECISION CONSULTADA "He querido tomar distancia, relativizar y escuchar", dijo Jean, que aseguró haber tomado la decisión en solitario. "No la he consultado con el presidente, sí la he hablado con mi padre", precisó. "No soy ciego ni sordo. Ha sido una dura prueba de la que hay que sacar una lección", señaló para dejar claro que no se retira "con amargura" y que su pasión por la política se mantiene "inalterable".

Jean se disponía a presidir la Epad justo cuando el presidente ha decidido sacar adelante su proyecto del gran París. El centro de negocios de La Defense, donde trabajan 150.000 personas y que gestiona tres millones de metros cuadrados de despachos, ocupa un lugar estratégico en la economía y en el futuro diseño de la zona metropolitana.

Los alcaldes socialistas y de centro de la zona pusieron el grito en el cielo y lanzaron una campaña por internet en contra del nombramiento de Jean Sarkozy, al que ven demasiado inexperto, al margen del papel que puede haber jugado el presidente francés en la operación.

El Elíseo rechazó la petición del actual presidente del Epad, el ministro para el relanzamiento de la economía, Patrick Devendjan, de seguir en el cargo pese a haber cumplido la edad para su jubilación.