A pesar de estar permanentemente vigilado, Per Olof Svensson, presunto asesino de la ministra sueca Anna Lindh, intentó ayer acabar con su vida en su celda de la cárcel de Kronoberg, en la capital sueca. "Arrancó unos trozos de sus ropas y se los metió en la garganta con la intención de ahogarse" afirmó un portavoz de la prisión al diario Expressen .

Este intento de suicidio ocurrió en la madrugada del jueves, pero la rápida intervención de los vigilantes y de la enfermera evitaron que Svensson lograra su propósito. El mismo portavoz indicó que el presunto asesino, conocido como Nazi Per (algo así como Pepe el nazi ) "ha intentado hacerse daño de otras maneras".

CELDA ESPECIAL

Per Olof Svensson está en una celda especial del séptimo piso de la cárcel de alta seguridad de Kronoberg. Las autoridades carcelarias han trasladado al resto de los presos del corredor a otro piso, para que los vigilantes sólo tengan que estar pendientes del sospechoso.

La prisión de Kronoberg está en la zona de Laangholm de la capital y comunicada por un pasadizo subterráneo con los juzgados de la ciudad. El edificio alberga 302 celdas individuales. Cada una de éstas tiene una superficie de 7,5 metros cuadrados y pesa 15 toneladas. La celda de Svensson es un poco mayor porque tiene una pared hecha de cristal blindado. Así no hay rincones donde se pueda ocultar.

Si a la policía le han llovido críticas por cómo ha llevado las investigaciones, ayer se echó más leña al fuego, cuando los responsable policiales se negaron a comentar los resultados del análisis del ADN del presunto asesino. Esta negativa y el hecho de que sigan investigando a cinco personas ha desatado las especulaciones sobre la posibilidad de que Svensson no sea el asesino.