El presidente mexicano, Vicente Fox, y el gubernamental Partido Acción Nacional (PAN) sufrieron un descalabro mayor de lo esperado en las elecciones legislativas, estatales y municipales del domingo, y afrontan otros tres años de complicado gobierno. Mientras, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) aumentó su mayoría relativa en la Cámara de Diputados.

Según varios expresidentes, "el PRI inicia el camino de regreso y volverá en el 2006 a Los Pinos", la residencia presidencial mexicana. En el colmo del barómetro de la decepción, Fox perdió las elecciones hasta en su pueblo, San Felipe del Rincón, Guanajuato.

El desencanto de los mexicanos ante la falta de cambios reales en el Estado y el país se tradujo no sólo en la abstención más alta de las últimas décadas --casi un 60%--, sino también en que sólo seis de cada diez de los que eligieron a Fox en el año 2000 votaron el domingo por el PAN. En el distrito federal, barrió el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), pero en el resto del país fue el PRI el que alzó crecido la cabeza, ganó las legislativas y obtuvo cuatro de los seis gobiernos estatales y la mayoría de los ayuntamientos.

Según los resultados del recuento rápido del Instituto Federal Electoral (IFE), en la elección para renovar a los 500 integrantes de la Cámara, el PRI logró el 34,4% de los votos, el PAN el 30,5% y el PRD el 17,1%. Además, el PRI arrebató al PAN el Gobierno del influyente estado norteño de Nuevo León --cuya capital es Monterrey--, al tiempo que mantuvo el poder en los de Colima, Sonora y Campeche. El PAN sólo pudo arrebatar al PRI San Luis Potosí y mantener Querétaro.