Una travesía en el desierto con final feliz. El discurso de apertura de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Parlamento) de Wen Jiabao, primer ministro chino, recordó al de otros dirigentes mundiales, midiendo precaución y optimismo, hablando claro, llamando al trabajo duro. Wen reconoció que la crisis global ha afectado de lleno a China, que se "enfrenta a retos y dificultades sin precedentes", describió un futuro sombrío, pero mostró su convencimiento de que, con esfuerzo, se saldrá adelante.

"La crisis global continuará empeorando. La demanda internacional de nuestros bienes seguirá disminuyendo. El proteccionismo aumentará", explicó Wen, y aclaró que, si se aplican las medidas dictadas, el país crecerá este año un 8%. La ANP aprobará un paquete de estímulo de 463.000 millones de euros.