El Partido Democrático de Japón (PDJ), la formación de centro-derecha del primer ministro Naoto Kan, perdió las elecciones parciales al Senado, donde no revalidará la mayoría de que disponía. Una derrota que debilita la figura del primer ministro y destruye la esperanza de poner fin a la inestabilidad habitual de la volátil política nipona.

Las elecciones de ayer --Japón renueva cada tres años la mitad de los senadores, cuyo mandato es de seis años-- suponían la primera cita en las urnas para 104 millones de japoneses desde que el PDJ arrasó en los comicios generales del año pasado, obteniendo la mayoría absoluta en la Cámara baja. Hace un año, el PDJ envió a la oposición al Partido Liberal Demócrata (PLD), formación de derechas en el poder desde hacía más de 50 años.

A falta de atribuir 14 de los 121 escaños en liza, el PDJ habría obtenido alrededor de 40 señadores pero en ningún caso habría alcanzado los 50.

El primer ministro, Naoto Kan, aceptó la derrota pero descartó dimitir pese a reconocer su "responsabilidad" en el desenlace desfavorable. Kan achacó la derrota a la incompresión de sus planes de reforma financiera --que pasa por aumentar del 5% al 10% el impuesto sobre el consumo-- y dijo que tomará "muy en serio" el resultado.

"Con esta derrota, el primer ministro Kan no ha logrado tomar firmemente el liderazgo de Japón", reflexionó ayer el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Meiji de Tokio, Shinichi Nishikawa, que atribuyó la derrota, a la propuesta de doblar el impuesto sobre el consumo.