El primer ministro albano-kosovar, Hashim Thaci, anunció hoy que ha solicitado una sesión extraordinaria del Parlamento de Kosovo para declarar esta misma tarde de forma unilateral su independencia de Serbia. "En base al marco constitucional de Kosovo he pedido al presidente del Parlamento que convoque una sesión extraordinaria para declarar la independencia y aprobar los símbolos estatales de Kosovo", aseveró. Según el primer ministro kosovar, la reunión de la Asamblea se celebrará a partir de las 12.00 hora local (11.00 GMT).

El ex líder guerrillero, ganador de las elecciones legislativas de noviembre pasado, aseguró que la provincia se encuentra "ante el momento más importante" de su historia. Thaci recordó que las negociaciones con Serbia sobre el estatus de Kosovo "han terminado" y confirmó su compromiso de aplicar la propuesta del ex mediador internacional Martti Ahtisaari, que prevé una independencia tutelada para la provincia. Esa propuesta, presentada por el ex presidente finlandés el año pasado fue rechazada por Serbia y su principal aliado Rusia.

Thaci dio asimismo la bienvenida a la misión de la Unión Europea (UE), que enviará en los próximos meses a unos 2.000 expertos, entre policías, jueces y otros funcionarios, que ayudarán al Gobierno kosovar a construir un Estado de Derecho. Miles de ciudadanos albano-kosovares y albaneses de países vecinos han salido ya a las calles de Pristina, desafiando el frío polar que azotaba la región estos días, y festejan desde anoche la inminente declaración de independencia.

Mientras que en la capital kosovar se festeja el acontecimiento, crece en Serbia la indignación y el malestar ante la pérdida de su provincia, que considera "cuna natal" de su nación. El ministro primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, se dirigirá hoy a la prensa para valorar lo que Belgrado califica como "proclamación de un Estado falso" que viola el derecho internacional.

El Gobierno serbio había anulado el miércoles pasado de forma anticipada cualquier proclamación unilateral de independencia de su sureña provincia, donde se libró una guerra en 1999. En Kosovo viven entre 100.000 y 120.000 serbios, después de que más de 200.000 hubieran abandonado la provincia en los últimos ocho años ante el acoso y las revanchas de los extremistas albaneses. Los que quedaron en la provincia viven ahora en el norte, contiguo al resto de Serbia, y en varios enclaves del centro y sur.

Serbia se opone a la independencia de Kosovo, a la que aspiran los albaneses, una abrumadora mayoría en esa provincia de unos dos millones de habitantes, puesta bajo protectorado interino de la ONU y la vigilancia de la OTAN desde el fin de la guerra, en 1999.

La UE dio el sábado luz verde para la puesta en marcha de una misión civil que deberá sustituir a la de la ONU (UNMIK) en un período transitorio de cuatro meses, una operación que también rechaza Belgrado al no contar con el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU.