La justicia iraquí condenó ayer a muerte a tres integrantes del grupo armado Ansar al Suna, vinculado a Al Qaeda y uno de los más activos y sangrientos de los que operan en Irak. Es la primera vez que un tribunal iraquí sentencia a la pena capital por terrorismo a militantes de la insurgencia tras la caída de Sadam Husein, en abril del 2003.

La sentencia contra los tres insurgentes fue leída ayer en el tribunal especial de la ciudad de Kut, a 135 kilómetros al sur de Bagdad. "Larga vida a la justicia", gritaron los familiares de las víctimas de los tres reos, acusados de cometer varios asesinatos, secuestros y violaciones. Los magistrados informaron de que la sentencia se aplicará en los próximos 10 días, pero no precisaron el modo en que estos condenados serán ejecutados.

La pena de muerte en Irak fue suprimida tras la caída de Sadam, aunque se volvió a instaurar en el 2004, después de que Washington traspasara el poder a la autoridades iraquís. El nuevo Gobierno del primer ministro Ibrahim Yafari se ha mostrado resuelto a aplicar con rigor la pena capital tras la oleada de atentados que ha sembrado el país, con más de 400 muertos en las últimas semanas. Ayer, en Bagdad, fueron asesinados el director general del Ministerio de Comercio y su chófer.

NO HUBO RESCATE El Gobierno de Rumanía, mientras, anunció el fin del secuestro de los tres periodistas rumanos retenidos por un grupo armado desde el pasado mes de marzo. Los tres informadores fueron puestos en libertad, junto al guía que les acompañaba cuando fueron secuestrados en Bagdad, el pasado 28 de marzo. Durante su cautiverio, los secuestradores amenazaron con matarles si Bucarest no retiraba sus tropas de Irak. Según el Gobierno rumano, no se pagó rescate alguno.

Aún permanecen secuestrados en Irak la periodista francesa del periódico Liberation Florence Aubenas y su guía iraquí.