En una inusual operación militar que supone un cambio de estrategia en la lucha contra el lanzamiento de misiles artesanales Qasam por parte de las facciones armadas palestinas, comandos de élite del Ejército israelí secuestraron la madrugada de ayer en su casa de Rafá (sur de la franja) a dos palestinos. La operación militar, la primera de este tipo desde que el Gobierno israelí desmanteló las colonias judías en la franja en septiembre del año pasado, supone un cambio tras las críticas que ha recibido el Estado hebreo por la muerte en solo dos semanas de 37 civiles, entre ellos 7 niños, en varios bombardeos en Gaza.

Por primera vez en varios días, los portavoces militares emitieron ufanos comunicados de prensa en los que no había que responder a preguntas incómodas sobre la muerte de civiles. Según el Ejército, las tropas de élite asaltaron de noche la casa mientras sus ocupantes dormían y llevaron a cabo las detenciones sin disparar ni un solo tiro. Los dos detenidos, hijos de un líder de Hamás en la ciudad, están acusados de "formar parte de una célula que iba a atentar en los próximos días" y de estar relacionados con el lanzamiento de Qasam. Tanto el padre de los arrestados como el movimiento islamista negaron la vinculación con Hamás de los detenidos, y el progenitor acusó a los soldados de golpearlo con violencia durante la operación.

Si desde el punto de vista de las relaciones públicas la operación militar fue considerada y tratada por el estamento militar israelí como un éxito, desde el político tiene otras vertientes. Demuestra una vez más que, a pesar del desmantelamiento de las colonias, Gaza sigue bajo el control absoluto de Israel, cuyo Ejército entra y sale a su antojo cuando lo cree pertinente, además de controlar fronteras y espacios aéreos y marítimo.

A pesar de que no es la primera vez que las tropas pisan Gaza tras la retirada, sí es la primera redada de este tipo, que en Cisjordania son el pan de cada día. La operación militar coincidió con la presencia en Gaza del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás (alias Abú Mazen ), enfrascado en una nueva ronda negociadora con Hamás sobre la Iniciativa de los presos, un texto que reconoce implícitamente a Israel. Abú Mazen se reunió el viernes con el primer ministro, el islamista Ismail Haniya. El encuentro tenía que repetirse anoche.

Los portavoces de Hamás se mostraron confiados en que el acuerdo es inminente. Mientras, los de Al Fatá optaron por la prudencia. Las negociaciones con Israel siguen siendo el principal punto de desencuentro.

PETICION A RICE Abú Mazen pidió el viernes por teléfono a la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, que presione a Israel para que modere sus operaciones militares. Además, le informó de la grave situación económica en los territorios.