Después de diez años en el poder, el primer ministro irlandés, Berthie Ahern, parecía tener ayer asegurado el tercer mandato en Irlanda. Pese a ser provisionales, los resultados de las elecciones generales celebradas el jueves, situaban a Ahern y a su partido, el Fianna Fáil, como ganadores de unos comicios en los que salen reforzadas las grandes formaciones.

Según las proyecciones ofrecidas por la televisión pública irlandesa, el Fianna Fáil lograría el 41,6% de los sufragios. El principal partido de la oposición, el Fine Gael de Enda Kenny, habría ganado terrero, aunque muy por detrás, con el 26,3%. El Partido Laborista lograría el 9,9%. El Sinn Féin obtendría un 7,3%, y Los Verdes, el 4,8%.