Los Príncipes de Asturias se acercaron este mediodía al hotel Auditorium de Madrid para consolar y dar el pésame, en nombre de toda la Familia Real, a los familiares de los siete turistas que murieron el pasado lunes en un atentado terrorista en Yemen. Minutos antes de que Don Felipe y Doña Letizia se encontraran con los familiares, llegó al hotel la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

Los Príncipes abrazaron y besaron uno por uno a la treintena de familiares que estaban en el hotel, pero sobre todo escucharon lo que ellos tenían que decirles sobre sus seres queridos, que murieron a causa del irracional terror cuando estaban de vacaciones. Don Felipe y Doña Letizia escucharon, pero también se interesaron por conocer detalles personales de cada uno de los familiares a los que todavía les cuesta creer que sus hijos o hermanos ya nunca volverán a casa.

La representante del Ejecutivo acompañó a los Príncipes y también dedicó palabras de consuelo y aliento a quienes están a la espera de que se les entreguen los restos mortales de sus familiares para trasladarlos al tanatorio y desde allí a su lugar de origen. En la sala en donde estaban las siete familias el silencio era total. Ni siquiera las conversaciones que mantuvieron con los Príncipes y con la vicepresidenta rompieron la atmósfera de tristeza y desánimo, que Don Felipe y Doña Letizia trataron de paliar con un brazo sobre un hombro o una caricia en la mejilla de los que, rotos por el dolor, no pudieron contener las lágrimas. Antes de abandonar la sala, los Príncipes y la vicepresidenta agradecieron la labor de los trabajadores sociales y los psicólogos que tratan de ayudar a los familiares.

Es la segunda vez en nueve días que los Príncipes representan a la Corona en un acto con familias de víctimas del terrorismo. El pasado 26 de junio presidieron en Paracuellos del Jarama el funeral por los seis militares muertos en un atentado en Líbano. Ha sido también en esas dos ocasiones cuando se ha podido ver en público a la Princesa de Asturias desde que presentó a su segunda hija, la Infanta Sofía, el pasado 4 de mayo a las puertas del hospital donde había nacido la pequeña seis días antes.

Apoyo de todos

José Manuel Rodríguez Uribes, director general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, estuvo con los Príncipes y la vicepresidenta en el encuentro con los familiares y a la salida explicó que habían ido hasta allí para acompañarles como una muestra de la solidaridad que esas personas "necesitan y merecen". Fue también él quien comunicó que los familiares habían agradecido la presencia de los Príncipes y de Fernández de la Vega, porque les había reconfortado mucho.

Rodríguez Uribes añadió que los procedimientos en el Instituto Anatómico Forense estaban a punto de terminar y que los cadáveres serán llevados al Tanatorio de la M-30 para desde allí ser trasladados a sus ciudades de residencia. El mismo lunes por la tarde, nada más conocerse la noticia del atentado, el Rey que se encontraba en un acto en Barcelona, condenó enérgicamente el atentado, y ayer suspendió su asistencia en Valencia a la última regata de la Copa del América de vela, en señal de duelo.

El día del atentado, en el Museo del Prado de Madrid, en donde la Infanta Elena inauguró la exposición "Patinir y la invención del paisaje", se suspendió el vino de honor con el que habitualmente se cierran ese tipo de actos y los invitados guardaron un minuto de silencio por las víctimas. El Ministerio de Asuntos Exteriores, en colaboración con el Ministerio del Interior, ha organizado en este hotel, próximo al aeropuerto de Barajas, la atención a los familiares y la logística para la llegada del avión del Ministerio de Defensa con los restos de las víctimas mortales y cinco de los seis heridos en el atentado.