Si tras el 11-S Rudolph Giuliani fue el alcalde de América , su jefe de la policía, Bernard Kerik, fue el policía de América . El presidente de Estados Unidos, George Bush, así lo nombró y, a instancias de Giuliani, incluso presentó su candidatura a secretario de Seguridad Interior, aunque un primer escrutinio a su vida privada (problemas fiscales) le impidió alcanzar el cargo.

Por eso, la comparecencia de Kerik ayer ante un gran jurado en Westchester (en el estado de Nueva York) centró los focos de la actualidad política estadounidense, ya que la antigua mano derecha de Giuliani en asuntos policiales fue formalmente acusada de 14 cargos, entre ellos de engañar a la Hacienda pública, de obstrucción a la justicia y de aceptar sobornos.

A Kerik se le acusa de aceptar un soborno de unos 112.000 euros pagado por un contratista presuntamente vinculado a la mafia y de omitir declarar al fisco más de 136.000 euros del alquiler de un apartamento. Lo suficiente para que Giuliani, cuya candidatura a la presidencia de EEUU por el Partido Republicano va viento en popa, se pusiera a la defensiva, y para que sus rivales crean haber encontrado un punto flaco en el discurso del exalcalde de Nueva York. Y es que, bajo la sombra de Giuliani, Kerik pasó en siete años de ser chófer y guardaespaldas a ser el jefe de la policía, en el 2000.

"COMETO ERRORES" "Cometí un error al no investigarle tan rigurosamente como debería. Cometo errores. Cometeré errores. ¿Pero cuáles son los resultados? Que Kerik actuara mal no significa que los resultados fueran malos para la gente", declaró Rudolph Giuliani, cuya campaña --a falta de sólidas credenciales conservadoras desde un punto de vista moral en temas como las uniones gais y el aborto-- se basa en su dureza contra el terrorismo y en su gestión del Nueva York del 11-S.

Es por eso que el procesamiento de su antiguo jefe de policía, que también fue socio suyo en varios negocios, es potencialmente tan dañina. No perdió el tiempo uno de sus oponentes republicanos, el senador John McCain, quien ayer mismo, antes de que el Gran Jurado le comunicara verbalmente a Kerik los cargos, ya ponía el dedo en la llaga.

"Uno de los motivos por los que hemos tenido tantos problemas en Irak es que la formación inicial de la policía dependía de Kerik, quien no hizo nada, fue al aeropuerto y se marchó", dijo McCain, en referencia a que el exjefe de la policía de Nueva York trabajó en Irak en el 2003 a instancias del exalcalde.

EXULTANTE Malas noticias para un Giuliani que esta semana estaba exultante por el apoyo del líder ultraconservador Pat Robertson, un aliado que le puede ayudar a salvar las reservas que su agitada vida privada y su postura sobre el aborto despierta entre los votantes conservadores. Ahora, Giuliani debe defender su flanco más seguro, el de la seguridad y la anticorrupción.