El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, ridiculizó ayer las propuestas de José María Aznar para crear un presidente de la Unión Europea (UE) elegido por varios años. "¿Qué va a hacer este presidente durante los 360 días del año en los que no se celebren cumbres europeas y en los que George Bush no le llame?", se preguntó, irónico, Prodi ante el Parlamento Europeo.

Prodi acudió a la Eurocámara para presentar la propuesta de reforma federal de la UE, adoptada por el Ejecutivo comunitario, como ya adelantó ayer este diario. El documento, encabezado por la divisa "Paz, libertad, solidaridad", es la contribución de la Comisión Europea a la Convención que elabora la Constitución de la UE.

DESAFIO

En un claro desafío a los gobiernos de España, Francia, Gran Bretaña e Italia, que propugnan la creación del presidente de la UE, Prodi afirmó que eso "crea más problemas de los que resuelve".

"¿Ante quién sería responsable ese presidente?", volvió a preguntarse Prodi. Esa propuesta, concluyó, sólo conduciría a un enfrentamiento dentro de la UE.

La Comisión, por el contrario, defendió mantener la actual presidencia semestral rotatoria, tal como reclaman los pequeños países comunitarios. Prodi sólo apoyó que puedan elegirse presidentes por un año en la mayoría de consejos de ministros, pero no en el Consejo de Asuntos Generales, ni en el Comité de Representantes Permanentes, que prepara los consejos de ministros.

La reforma institucional presentada por Prodi establece un modelo federal para la Unión. La Comisión Europea actuaría como verdadero Gobierno, con plenos poderes ejecutivos y el derecho exclusivo de iniciativa en prácticamente todos los ámbitos. La Comisión Europea también desempeñaría la representación política y económica de la UE en el resto del mundo.

El poder legislativo sería compartido equitativamente entre el Consejo de Ministros, que actuaría como cámara territorial, y el Parlamento Europeo. Ambas instituciones aprobarían por codecisión las propuestas del Ejecutivo comunitario. La codecisión se ampliaría a todas las esferas.

Una de las propuestas más radicales de Prodi es la supresión del derecho de veto de los estados. La regla de la unanimidad mantendría bloqueada la futura UE de 25 miembros, argumentó.

La Comisión Europea quiere que las decisiones del Consejo de Ministros se aprueben por doble mayoría simple: mayoría de estados y mayoría de población. Para las cuestiones más delicadas, propone una mayoría reforzada: 75% de los estados y 66% de la población. Prodi señaló que este sistema es más claro y eficiente que el complicadísimo mecanismo pactado en el Tratado de Niza.

EXTERIOR Y DEFENSA

Las otras propuestas más innovadoras de Prodi son la elección del presidente de la Comisión Europea por el Parlamento Europeo (en lugar de por los líderes de la UE) y la incorporación en el Ejecutivo comunitario del alto Representante para Política Exterior y de Defensa de la UE.

La integración de este cargo, que actualmente desempeña el español Javier Solana, abriría la vía para que la Comisión Europea ejerciera también el derecho de iniciativa en política exterior y defensa, un área que los estados se reservan celosamente para gestionar ellos mismos.