Llamar perro a alguien o tirarle un zapato son considerados graves insultos y muestras de desprecio en el mundo musulmán. Mahoma calificó al perro de "animal impuro" y la sharia prohíbe tenerlos si no es para la caza o la guardia personal. Lanzar un zapato está relacionado con el rito de la lapidación del diablo, en que se le lanzan siete piedras... o zapatos si uno no las tiene a mano.