Al margen de la resolución del congreso de Le Mans, el Partido socialista francés (PS) pidió ayer un "cambio radical" de política frente a la crisis de los suburbios --tanto en temas de seguridad como en educación y empleo--, a la vez que exigió un esfuerzo financiero "masivo", dándo-les cada año el 1% del Pro-ducto Nacional Bruto (PNB).

La verificación de la aplicación de la ley debería hacerse a través de una conferencia anual en la que estén representados, entre otros, los cargos electos sociales y las asociaciones que trabajan en esos barrios. En la resolución del PS se considera el reciente estallido de violencia en los suburbios como una muestra de "la amplitud de la crisis social y los estragos del liberalismo".

MANO DURA En materia de seguridad, se propone reinstaurar la policía de proximidad y una "política de prevención precoz de la delincuencia juvenil". También se denuncia la prórroga del estado de urgencia. Pero un sondeo en Le Parisien revela que el 69% de los franceses aprueban esta medida y optan por una política de mano dura. El 85% opina que los alcaldes deberían respetar mejor la ley que obliga a construir al menos un 20% de viviendas sociales, y el 78% son partidarios del servicio civil voluntario anunciado por el presidente, Jacques Chirac.