Los palestinos residentes de Jerusalén tienen el derecho de participar en el proceso electoral, según un acuerdo entre ambas partes. Así consta en el anexo 1 de los acuerdos de Oslo, firmados en 1993 en Washington. En las elecciones de 1996, en las que Yasir Arafat, fue democráticamente elegido por los palestinos, el entonces primer ministro interino de Israel, Shimon Peres, permitió acudir a las urnas a los habitantes de Jerusalén Este.

Gracias a los acuerdos de Oslo, Arafat regresó a Gaza en 1994. Pero los pasos marcados en estos acuerdos dejaron de darse y, tras la muerte de uno de sus firmantes, el israelí Yitzhak Rabin (1995), el proceso de paz no ha dejado de sufrir todo tipo de obstáculos.