Centenares de miles de manifestantes recorrieron ayer las calles de Francia en contra de la reforma de las pensiones que el Gobierno se propone aprobar el miércoles. "Si esta movilización no es suficiente, habrá otras", advirtió el secretario general de la CGT, Bernard Thibault, al término de la manifestación de París, que reunió a 600.000 personas, según los convocantes (300.000 según la policía) y en la que participaron los dirigentes de todas las formaciones de la izquierda. Las marchas de protesta reunieron también a decenas de miles de personas en el resto de las grandes ciudades francesas.

Pese al acuerdo firmado con dos sindicatos, la CFDT y la CGC, tras la jornada de movilización del 13 de mayo, el Gobierno no ha conseguido rebajar la intensidad de las protestas con las que los sindicatos preparan las huelgas que se sucederán a partir del 2 de junio si el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, y su ministro de Asuntos Sociales, Fran§ois Fillon, no retiran el proyecto o reabren las negociaciones. Las bases sindicales parecen dispuestas a mantener las protestas aun en contra de sus líderes, como mostraron ayer miles de militantes de la CFDT, que desoyeron las órdenes de la dirección nacional.

Entre gritos de "si en 1995 derrotamos a Juppé, en el 2003 derrotaremos a Raffarin", los manifestantes recorrieron las calles de París. Según los últimos sondeos, las movilizaciones contra la reforma de las pensiones cuentan con el apoyo del 65% de los franceses.