Las reglas del protocolo y la diplomacia tienen a veces curiosos resultados, como sentar juntos a las delegaciones de España y de Estados Unidos, en un momento de desencuentro entre ambos gobiernos. Y esto es lo que puede ocurrir mañana, durante el funeral por Juan Pablo II, si la delegación española que encabezarán los Reyes y en la que estará el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ocupa su lugar entre la que presidirá George Bush y la de Eslovenia.

La posible coincidencia de España y EEUU responde al uso por parte de la Santa Sede del francés como lengua diplomática. En dicha lengua España aparece detrás de Eslovenia y antes de EEUU.

La de mañana es, por su número e importancia, una insólita y hasta la fecha única concentración de jefes de Estado y de Gobierno y de líderes religiosos que algunos, en referencia a las reuniones del grupo de países más ricos conocido como G-8, han calificado ya de "G-200".

Uno de los primeros en llegar ha sido Bush, cuyo Air Force One aterrizó ayer por la tarde. Es la primera vez que un presidente de EEUU asiste al funeral de un papa. En realidad, además del presidente, su esposa, Laura, y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, también estarán los expresidentes Bush y Clinton.

VISITA PRIVADA A última hora, Bush acudió a la Basílica de San Pedro para orar ante Juan Pablo II. Hoy, se entrevistará en Roma con el presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, y con el primer ministro Silvio Berlusconi.

Una de las coincidencias más insólitas en el funeral será la de Bush con el presidente de uno de los países que en opinión de EEUU forman parte del eje del mal , el iraní Mohamed Jatamí. También asistirá al funeral Bashar al Asad, presidente de Siria, otro país poco amigo de EEUU. Por el contrario, no habrá coincidencia con Fidel Castro, a quien los médicos han desaconsejado el viaje.