La reconciliación de Gadafi con EEUU es la prueba del nueve. La demostración de que la diplomacia es la vía para resolver los conflictos. Y si, además, huye de las bambalinas y se hace en secreto con la intención de lograr resultados, acostumbra a darlos.

El camino es claro: advertencia de la ONU, sanción internacional, embargo económico, tiempo y un puente de diálogo. Por eso es contradictorio que la misma Administración que ha dinamitado Irak presuma ahora de habilidad negociadora.

*Periodista.