Los votos del Movimiento Democrático (MoDem), de François Bayrou, se convirtieron ayer en el objeto del deseo del Partido Socialista (PS) para paliar en lo posible su derrota en las legislativas francesas, y de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), para ampliar aún más su victoria. Pese a su fracaso, el MoDem dispone de dos millones de votos que pueden ser decisivos en algunas circunscripciones en la segunda vuelta del próximo domingo. Pero el acercamiento a Bayrou volvió a mostrar las discrepancias en el PS.

La excandidata al Elíseo Ségolène Royal se lanzó por libre a propugnar un pacto con Bayrou, como ya hizo entre las dos vueltas de las presidenciales. "Pienso que debemos unir nuestras fuerzas circunscripción por circunscripción", dijo Royal. La iniciativa de Royal no ha gustado a su compañero y primer secretario del PS, François Hollande, quien ayer solo pidió a los electores del MoDem que voten a los socialistas.