El científico David Kelly se suicidó, según aseguró ayer uno de los grandes psiquiatras británicos, especialista en este tipo de sucesos. El profesor Keith Hawron, director del Centro de Investigación sobre el Suicidio, de la universidad inglesa de Oxford, dijo estar "prácticamente seguro" de que el experto en armas decidió quitarse la vida.

En su declaración ante James Hutton, Hawron dijo no haber hallado ninguna prueba de que Kelly sufriera "un desorden psiquiátrico serio". Según el psiquiatra, debió de ser "extremadamente doloroso" para el científico ver su nombre publicado como confidente de la BBC.

Las conclusiones del experto coinciden en muchos puntos con los testimonios de la esposa y la hija de Kelly, que el lunes expresaron el dolor y la decepción del experto, al sentirse "traicionado" por sus superiores del Ministerio de Defensa. "El principal problema fue una pérdida de la autoestima, por la percepción de que la gente ya no confiaba en él, y su sufrimiento al ser expuesto a los medios de comunicación", afirmó el experto.

EL CUESTIONAMIENTO

Hawron subrayó que técnicamente el corte en la muñeca izquierda tenía las características de una persona que se autolesiona. El cuerpo no presentaba agresiones, y el médico resaltó lo difícil que hubiera sido obligarle a ingerir las 30 pastillas que tomó.