Siete toneladas de galletas, pasta, comida para bebés y medicamentos antidiarreicos aterrizaron el martes a bordo de tres aviones Casa CN-235 del Ejército español en la base militar de Banda Aceh, en la isla de Sumatra, capital de la provincia indonesia que se convirtió en un infierno tras el maremoto que asoló las costas del Indico.

Durante una breve escala que no podía durar más de 40 minutos debido a la congestión aérea en el aeropuerto, los tres CN- 235 entregaron la carga y retomaron el vuelo. Era el primero de los vuelos de ayuda que deben realizar los aparatos desde la base militar de Pekanbaru en el marco de la operación Respuesta Solidaria.

Una avería en uno de los aparatos hizo temer que el envío no pudiera completarse, y que 2.500 kilos de las siete toneladas de ayuda tuvieran que quedarse en tierra. Al final, tras 15 minutos de espera, el tercer CN-235 se posó en Banda Aceh.

Base colapsada

En una base colapsada donde es constante el ir y venir de aviones y helicópteros que intentan llevar la ayuda a las zonas aisladas por tierra de la isla de Sumatra, los tres aviones españoles fueron descargados en apenas unos minutos.

Los tres aparatos enviados por el Gobierno español tienen previsto incrementar la frecuencia de vuelos hasta llegar a seis rotaciones diarias para transportar 18 toneladas. Un total de 62 militares, entre tripulantes, técnicos de mantenimiento y sanitarios de tres unidades componen el contingente, al que se le unirá el buque Galicia .

Coincidiendo con la llegada del primer vuelo de transporte humanitario realizado por los aviones españoles, algunas ONG advirtieron del peligro de que la masiva respuesta ciudadana y gubernamental ante la magnitud del desastre en el sureste de Asia pueda mermar la eficacia de la ayuda humanitaria.

"La respuesta de la sociedad ha sido tan abrumadora que la gente piensa que tiene que hacer algo, mientras que los gobiernos se sienten muy presionados por sus opiniones públicas para actuar", declaró a este diario Rafael Vila-Sanjuán, director general de Médicos sin Fronteras (MSF). El responsable de MSF recordó que la ayuda humanitaria gubernamental, que "depende de una decisión política", siempre tarda más en llegar que la que proporcionan las ONG o la que financia el propio Gobierno, porque "la cadena de mando es más larga".

Zonas incomunicadas

Tres semanas después de la catástrofe, la principal necesidad es llevar ayuda a las zonas que "todavía permanecen incomunicadas por tierra", más que el envío de alimentos o medicinas a las áreas donde las ONG y las agencias de cooperación ya están implantadas, y donde la supervivencia de los afectados está garantizada.

Vila-Sanjuán pidió que la emoción ciudadana y la solidaridad de los gobiernos "se materialicen también una vez se haya finalizado la fase de emergencia", en la que las ONG se irán retirando progresivamente, y "comience la fase de reconstrucción".