Los cardenales reunidos ayer en la décima Congregación General sortearon las habitaciones que ocuparán en la Residencia Santa Marta, del Vaticano, mientras dure el cónclave. Este pequeño hotel de tres estrellas dispone de 106 suites, 22 habitaciones y un apartamento. Todas las habitaciones disponen de lavabo propio.

En anteriores cónclaves, los cardenales dormían en salas próximas a la Capilla Sixtina, en sencillas celdas prefabricadas que carecían de lavabos individuales. Tampoco había enchufes. Además, la ventilación era deficiente porque las ventanas quedaban selladas con plomo hasta que se daba por finalizado el cónclave.