El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció ayer que las autoridades rusas son incapaces de defender a sus ciudadanos contra atentados terroristas, en declaraciones hechas ante un grupo del Comité Madres de Beslán, formado por familiares de víctimas del secuestro de la escuela número 1 de esta ciudad de Osetia del Norte, que el pasado 3 de septiembre se saldó con la muerte de 331 personas, entre ellas 187 niños.

"Estoy de acuerdo con los que afirman que el Estado no puede garantizar plenamente la seguridad de sus ciudadanos frente al terrorismo", dijo Putin durante el embarazoso encuentro en el Kremlin, que coincidió con el segundo día de los actos conmemorativos del primer aniversario de esta tragedia. Así de clara fue la respuesta del presidente ruso a las acusaciones de incompetencia y torpeza en la resolución de la crisis de los rehenes, provocada por un comando checheno, que no faltaron la víspera de esta reunión.

BUSQUEDA DE ASILO El Comité Madres de Beslán hizo el pasado jueves un llamamiento a todos los líderes de estados democráticos pidiendo asilo político para unos 500 supervivientes y familiares de las víctimas. "No queremos vivir en un país en el que la vida humana no tiene valor", decían en la declaración.

Sin embargo, Putin advirtió a los invitados de que tampoco estarán protegidos contra la amenaza terrorista en cualquier otro país. "Conocen la tragedia que se produjo en EEUU en el 2001. Han visto los sangrientos atentados en Madrid y Londres. Estados desarrollados, con economías en marcha y con servicios secretos que funcionan a la perfección, no son capaces de evitar los atentados. Y menos aún Rusia, con la cantidad de grandes cambios que ha sufrido en los últimos años", argumentó.

Respondiendo a las exigencias de las Madres de Beslán, Putin prometió llevar a cabo una "justa y detallada investigación" de la toma de rehenes, así como de la operación de rescate de las tropas rusas en la que fueron utilizados tanques y lanzallamas. "Haremos todo lo posible para que los ciudadanos sepan la verdad sobre Beslán", dijo.

Fue el primer encuentro entre Putin y supervivientes y deudos de las víctimas. Los familiares reunidos en el Comité Madres de Beslán han insistido en que Putin asuma su responsabilidad por la incompetencia de las autoridades durante la crisis y su trágico desenlace.

IRA DE LOS FAMILIARES El presidente ruso, quien a lo largo de todo el año ha desoído las peticiones del comité para celebrar una reunión conjunta, invitó a sus representantes a Moscú para el primer aniversario de la masacre, levantando las iras de los familiares. En la reunión participó también el nuevo presidente de Osetia del Norte, Teimuraz Mamsurov, cuya hija resultó gravemente herida en la escuela número 1 de Beslán.