El presidente ruso, Vladimir Putin, aprovechó la visita que hizo Tony Blair a Moscú para arremeter, una vez más, contra la operación militar anglo-norteamericana en Irak, al manifestar que los resultados de la intervención han creado una grave amenaza contra la seguridad internacional.

"¿Dónde está Sadam? ¿Dónde están esos arsenales químicos, si es que realmente los había? ¿Qué pasa con ellos? A lo mejor Sadam se esconde en un búnker secreto, preparándose para volarlo todo en el último momento. Hay que contestar a todas esas preguntas", dijo Putin en una rueda de prensa posterior a la reunión que sostuvo con Blair en la residencia de Novo Ogariovo, cerca de Moscú.

LAS POLEMICAS ARMAS

Las críticas de Putin enojaron al primer ministro británico, que aseguró que "sí habrá pruebas de que Sadam fabricaba armas de destrucción masiva". Planteada como un intento de superar divisiones con vistas a la posible incorporación de Rusia en el proceso de reconstrucción de Irak, la visita de Blair a Rusia no consiguió, por lo visto, cerrar la brecha abierta hace ya algunos meses.

La postura de Rusia con respecto a Irak no ha cambiado. Putin reiteró que la ONU debe desempeñar un papel central en la posguerra. Según el líder ruso, hay que volver al marco del Consejo de Seguridad, reanudar cuanto antes las inspecciones de desarme y mantener el programa Petróleo por alimentos bajo la tutela de Naciones Unidas.

LA ONU Y LA RECONSTRUCCION

Blair descartó la posibilidad de que la ONU lidere la reconstrucción de Irak. Los aliados, indicó, han pagado un "precio demasiado alto" para derrocar a Sadam como para aceptar una intervención inmediata del organismo.