Moscú quiere recuperar el prestigio y la influencia que tuvo durante la guerra fría, sobre todo en una región tan estratégica como Oriente Próximo. Por eso, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aprovechó la visita oficial que hizo ayer a Egipto, la primera de un inquilino del Kremlin en 40 años, para proponer la celebración de una conferencia internacional en Moscú, que sirva para reactivar el proceso de paz entre Israel y los palestinos.

En una rueda de prensa junto al presidente egipcio, Hosni Mubarak, Putin dijo que el 8 de mayo tendrá lugar en Moscú una reunión del Cuarteto (EEUU, la UE, la ONU y Rusia), patrocinador de la llamada Hoja de ruta , para hacer balance del proceso de paz. La conferencia se celebraría en la capital rusa en otoño y, además del Cuarteto, estarían todos los países de la zona implicados en el proceso de paz.

LIBANO E IRAK Putin dijo que presentará su propuesta al primer ministro, Ariel Sharon. También tiene previsto viajar el viernes a Ramala para hablar con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás, alias Abú Mazen .

Mubarak y Putin hablaron también de la crisis del Líbano y de Irak. Putin pidió que se fije un calendario para retirar las tropas extranjeras de Irak, mientras que Mubarak, más cauto, remarcó la necesidad de que la ONU tenga un papel más activo.

El último jefe ruso que visitó Egipto fue Nikita Krushchev, en 1964. Es la primera vez que Putin visita un país árabe desde que llegó al poder en el 2000.

La propuesta de conferencia de paz fue recibida de forma distinta por israelís y palestinos. Mientras la ANP apoyaba la idea, el Gobierno de Sharon no quiso rechazarla el día en que Putin llegaba a Israel, pero dejó claro que no le entusiasma demasiado. Para Israel, la Hoja de ruta aún no está en marcha y es prematuro hablar de conferencias de paz. Una opinión similar sostiene EEUU. "Ya habrá un momento oportuno para organizar una conferencia internacional, pero no estamos aún en esta fase", afirmó ayer el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.

Tanto Sharon como Abú Mazen tendrán la oportunidad de expresar su opinión a Putin. Si en su visita a Abú Mazen la agenda estará marcada por el proceso de paz, las citas con las autoridades israelís serán más densas, con temas en los que ambos países están en sintonía y otros con los que no lo están tanto.

MISILES A SIRIA El punto más importante de la agenda será la venta, ya aprobada, de misiles antiaéreos rusos a Siria, que preocupa a Israel por la posibilidad de que acaben en manos de Hizbulá. Otro punto de desacuerdo es el programa nuclear iraní. En cambio, Putin y Sharon prevén sentar las bases para una cooperación antiterrorista. Por último, la prensa israelí especulaba ayer con la posibilidad de que Putin pida la extradición de tres magnates del petróleo rusos, exsocios de Mijail Jodorovski, exdueño de Yukos, acusados de fraude y con nacionalidad israelí. El Gobierno ya ha dicho que no piensa entregarlos.