El presidente ruso, Vladimir Putin, exigió ayer a la Unión Europea (UE) importantes concesiones económicas y políticas en las relaciones bilaterales a cambio de facilitar el acceso al sector energético ruso para liberalizar el mercado de energía y acabar con el monopolio del gigante del gas, Gazprom.

"Si nuestros socios europeos esperan que les garanticemos acceso a la joya de la corona de nuestra economía, o sea el sector energético, tal y como les interesa, esperamos a cambio importantes concesiones en ámbitos clave para nuestro desarrollo", dijo Putin en la cumbre Rusia- UE, celebrada en la localidad de Sochi, a orillas del mar Negro.

PRESIONES DE LOS VEINTICINCO La Unión Europea ha estado presionando al Kremlin para que facilite a las empresas europeas el acceso a sus extensos oleoductos y gasoductos, mientras Gazprom, que suministra el 20% del gas que consume Europa, quiere adquirir compañías proveedoras europeas. La reunión, a la que asistió el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, puso de manifiesto las discrepancias sobre la política energética. En su cita semestral al más alto nivel, ambas partes querían poner fin a la crisis de confianza en vísperas de la cumbre del G-8, que se celebrará en julio en San Petersburgo.

Putin reiteró que Rusia seguirá siendo un suministrador fiable de gas para Europa. "Rusia ha sido y seguirá siendo un socio fiable para nuestros colegas europeos. Seguiremos aumentando nuestras posibilidades en el sector energético también para acceder a nuevos mercados", dijo el presidente ruso, quien precisó que esto no significa que China constituya una "solución de reemplazo" para el suministro de gas en Europa.

Pese a "varios puntos conflictivos" que admitió Barroso, sin dar más detalles, en la rueda de prensa Javier Solana, el alto representante para la política exterior de la UE, alabó a Putin por su "flexibilidad". Al final, el líder ruso se comprometió a negociar la ratificación de la Carta Energética Europea, que rige la cooperación entre el Oeste y el Este de Europa en el terreno energético. "Ayer era un tema cerrado. Hoy, ya no", afirmó Solana. Moscú firmó la Carta en 1994, pero no la ha ratificado.

En el marco de la cumbre, Rusia y la UE firmaron un acuerdo que simplifica la obtención de visados a ciertas categorías de ciudadanos rusos (estudiantes, académicos, funcionarios) y otro, denominado de readmisión, para que Rusia se haga cargo de los extranjeros de terceros países que utilizan su territorio para emigrar ilegalmente a la UE. Putin declaró su deseo de que los dos acuerdos entren en vigor antes de fin de año.