Mijail Jodorkovski, presidente de la petrolera Yukos, la más importante de Rusia y la quinta del mundo, fue encarcelado ayer a instancias de la Fiscalía General rusa, bajo la acusación de "evasión fiscal y fraude a gran escala". El empresario más rico e influyente de Rusia y adversario político del presidente ruso, Vladimir Putin, puede ser condenado a 10 años de prisión.

Jodorkovski, de 40 años, fue detenido la madrugada del sábado en la ciudad siberiana de Novosibirsk. Según un portavoz de Yukos, el avión del empresario fue asaltado por fuerzas especiales del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) poco después de haber aterrizado en el aeropuerto local. Tras su detención, el empresario fue llevado a Moscú con el pretexto de que se había negado a acudir el viernes como testigo a un interrogatorio sobre la situación de su empresa. Pronto se dio cuenta de que las verdaderas ambiciones de los fiscales iban mucho más lejos.

Jodorkovski fue incriminado por siete artículos del código penal ruso. "El presidente de Yukos está incriminado en una serie de delitos que incluyen fraude a gran escala y evasión de impuestos de su empresa y personales", explicó la fiscalía en un comunicado. Al presentar cargos contra Jodorkovski, los fiscales lograron su inmediato encarcelamiento, "por los daños ocasionados" a los intereses del Estado, que superan los 1.000 millones de dólares (850 millones de euros, 141.000 millones de pesetas).

En julio, la fiscalía abrió siete expedientes contra altos cargos de Yukos y ordenó detener al jefe financiero, Platon Lebedev, por estafa. La campaña contra Yukos fue calificada por la oposición liberal al Kremlin como un intento de frustrar las ambiciones políticas de Jodorkovski.