El presidente ruso, Vladimir Putin, apostó ayer en Bucarest por una cooperación de Rusia con la OTAN ante las amenazas globales para la seguridad mundial, pese a sus profundos desacuerdos sobre el escudo antimisiles, la expansión de la Alianza Atlántica y la independencia de Kosovo. La reunión de los aliados con Putin clausuró la cumbre de tres días de la Alianza Atlántica en la capital rumana. Esta es la primera vez que el Consejo OTAN-Rusia se reúne a nivel de jefes de Estado y de Gobierno desde su creación en el 2002.

Putin, que cederá el mes que viene el cargo de presidente ruso a Dimitri Medvédev, se despidió de la OTAN afirmando que "el retorno a la guerra fría es imposible" porque "no le interesa a nadie". "A ningún actor mundial --EEUU, la Unión Europea (UE) o Rusia-- le interesa volver al pasado", agregó.

El presidente ruso mantuvo durante la cumbre un "espíritu constructivo", alejado de las declaraciones encendidas de otros foros internacionales, según fuentes atlánticas. Putin calificó la reunión de "diálogo muy constructivo", a pesar de los "problemas no resueltos" y "las explicaciones no satisfactorias" de los líderes aliados. "Creo que hoy he sido escuchado", afirmó tras la cumbre.

LAS CRITICAS "Queremos cooperar con la OTAN, al igual que con otras organizaciones internacionales", declaró Putin. Los nuevos desafíos de la seguridad mundial, como el terrorismo o la amenaza de proliferación de armas de destrucción masiva, no los puede resolver nadie por si solo y "no se pueden resolver sin la cooperación de Rusia", dijo.

No obstante, Putin criticó la expansión de la OTAN hacia el Este, que calificó de "una amenaza para la seguridad" de Rusia. Las aseveraciones del presidente de EEUU, George Bush, y de los otros dirigentes aliados de que "la OTAN no es enemiga de Rusia" y de que "la ampliación de la Alianza no se realiza contra Rusia", no convencieron a Putin. "Lo que cuentan no son las intenciones si no las potencialidades de una nueva situación", argumentó. "Hemos escuchado en el pasado promesas similares que luego no se cumplieron".

CONSEJOS SOBRE UCRANIA Rusia, recordó Putin, ha desmantelado sus instalaciones militares por Europa y por el mundo, mientras que EEUU está construyendo nuevas infraestructuras militares en Rumanía, Bulgaria, Polonia y la República Checa, junto a sus fronteras. Vladimir Putin previno a los líderes aliados de que Ucrania "es un país muy complicado", con 17 millones de habitantes rusos, y que Georgia debería resolver sus problemas regionales en Osetia del Sur y Abjasia mediante el diálogo en lugar de buscar la solución en el ingreso en la OTAN.

Putin también reprochó a los aliados que ningún país de la OTAN hubiera ratificado el tratado de armas convencionales en Europa, mientras que Rusia había aplicado unilateralmente todas sus disposiciones. Esa buena disposición se ha visto retribuida con el traslado de nuevas instalaciones y fuerzas militares más cerca de las fronteras rusas, lamentó, por lo que al final no le había quedado más remedio que suspender en diciembre el citado tratado.

La cancillera alemana, Angela Merkel, con el respaldo de España y Francia, abogó por reanudar las negociaciones sobre la revisión del tratado de armas convencionales, a lo que Putin se mostró dispuesto.

El presidente ruso apenas habló del escudo antimisiles, porque discutirá ese tema en la reunión bilateral que mantendrá este fin de semana con Bush. Putin recibirá a su homólogo estadounidense en su residencia de Sochi, junto al Mar Negro.