El presidente de Rusia, Vladimir Putin, su homólogo francés, Jacques Chirac, y el canciller de Alemania, Gerhard Schröder, acordaron ayer unir su fuerza en el G-8 para que se apruebe un amplio programa de ayuda a los países africanos. Putin, Chirac y Schröder se reunieron en una cumbre informal en el enclave ruso de Kaliningrado, a orillas del mar Báltico, para coordinar sus posiciones en la víspera de la cumbre del G-8, prevista para la próxima semana en Gleneagles (Escocia), que considerará la condonación de la deuda externa para los 18 países más pobres.

"Hace tiempo abogamos por mejorar la situación en Africa; proponemos una financiación adicional, con elementos nuevos", dijo Chirac. "Sin duda respaldaremos iniciativas para los pobres, particularmente para los países africanos. La situación económica actual de Rusia nos permite apoyar cualquiera de estos proyectos", indicó Putin.

El G-8, integrado por EEUU, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y Rusia, se propone hasta el 2010 destinar a los países más necesitados de Africa el 0,5% del producto interior bruto (PIB), y para el 2015, elevar esa cuota al 0,7%.

El triunvirato formado por Putin, Chirac y Schröder se constituyó en la víspera de la invasión estadounidense a Irak en el 2003, para hacer frente a la alianza militar entre EEUU y Gran Bretaña. Rusia también se opuso, como Alemania y Francia, a la invasión de Irak.