La rueda de prensa de ayer en la Casa Blanca había finalizado cuando una periodista recordó a viva voz a George Bush que no había hablado del "informe de Al Qaeda". De buen grado, el presidente regresó al atril y explicó que el informe dice "desde el 2001, no desde antes del 11-S". Se refería Bush a un informe de las agencias de espionaje filtrado ayer por The Washington Post en el que se afirma que la red terrorista de Osama Bin Laden se ha reforzado, se ha hecho fuerte en un santuario en las zonas tribales del oeste de Pakistán y tiene "el programa de entrenamiento más robusto desde el 2001".

La aclaración de Bush resultó algo extraña (según él, Al Qaeda estaría más fuerte que entre el 11 de septiembre y el 31 de diciembre del 2001, pero no antes) aunque contenía un claro mensaje: la guerra contra Al Qaeda que lanzó el 11-S no ha contribuido a reforzar la red terrorista. Pero es que el informe reza que Al Qaeda "tiene mayor capacidad para planear ataques en Europa y EEUU".

La publicación del informe coincide con la tormenta que desató esta semana el secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff, quien declaró que tenía la "sensación" de que iba a haber un ataque contra EEUU este verano. Chertoff matizó sus declaraciones, que daban munición a los que acusan a Bush de desatender la guerra contra Al Qaeda a causa de su obcecación en Irak.