Un comando de cinco hombres fuertemente armados asaltaron ayer el consulado de EEUU en Yida, ciudad de Arabia Saudí ubicada en la costa del mar Rojo, y mataron a cinco empleados de la legación diplomática, ninguno de ellos de nacionalidad estadounidense. Tras cerca de tres horas de intenso tiroteo, las fuerzas de seguridad saudís lograron hacerse con el control de la oficina consular. Tres de los asaltantes fueron abatidos a tiros, y otros dos, detenidos tras caer malheridos. Cuatro guardias nacionales que participaron en el asalto también fallecieron. Riad ha atribuido la operación a la red terrorista de Al Qaeda.

El ataque empezó alrededor de las once de la mañana, hora local. De acuerdo con algunos testigos, el comando hizo estallar dos artefactos explosivos en la puerta del recinto, un complejo amurallado protegido por alambre de espino, y tras quemar la bandera de EEUU penetró en la oficina diplomática.

"Escuchamos disparos fuera, pero no sabíamos lo que estaba ocurriendo", declaró a la agencia Associated Press un empleado del consulado. Minutos después, las fuerzas de seguridad saudís rodearon el complejo, mientras varios francotiradores tomaban posiciones en los edificios próximos y varios helicópteros sobrevolaban la zona. Fuentes saudís afirmaron que el comando amenazó con ejecutar a un grupo de trabajadores del consulado si la policía no se retiraba del recinto.

Las autoridades, sin embargo, desmintieron que los terroristas hubieran tomado rehenes. Tras un intenso intercambio de disparos que se prolongó durante cerca de tres horas, la policía logró entrar en la oficina consular, abatir a tres de los terroristas y capturar a los otros dos. Un oficial de la policía saudí aseguró que cuatro guardias nacionales murieron durante el enfrentamiento con los terroristas, y que otros dos resultaron heridos.

La portavoz de la embajada de EEUU en Riad, Carol Kalin, aseguró que cuatro de los fallecidos trabajaban como administrativos en el consulado, mientras que el quinto era un agente de seguridad de una empresa privada. Kalin señaló que ninguno de los fallecidos era estadounidense, pero no quiso revelar la nacionalidad de las víctimas mortales. Fuentes saudís dijeron que se trataba de árabes y asiáticos.

170 VICTIMAS Es la primera vez que un grupo armado ataca una representación diplomática en Arabia Saudí, país que desde mayo del 2003 sufre las embestidas del terrorismo de Al Qaeda. Desde entonces, unas 170 personas, algunas de ellas estadounidenses y europeas, han muerto en varios atentados terroristas. En un comunicado, el régimen saudí condenó el ataque y reiteró su decisión de "seguir luchando contra el terrorismo".

Washington, por su lado, decidió cerrar la embajada en Riad y el consulado en Dahran, al tiempo que hizo un llamamiento a los ciudadanos estadounidenses que residen en el país árabe para que extremen la seguridad.