El grupo que lidera el terrorista jordano Abú Musab al Zarqaui ha decidido ejecutar a los dos empleados de la Embajada de Marruecos en Bagdad que fueron secuestrados el pasado mes en Irak. La sentencia de muerte fue dictada por el "tribunal islámico" de Al Qaeda en Irak, tras hallar a los rehenes culpables de "apostasía" y de haber "declarado la guerra al islam", según reza un comunicado colgado ayer en internet.

En otro comunicado, el grupo se atribuyó el derribo, el miércoles, de un helicóptero de EEUU. Los ocupantes, dos marines, murieron.

Los trabajadores marroquís desaparecieron el día 20 en la autopista que une Ammán con Bagdad. Se trata del chófer Abderrahim Bualem (55 años), y del empleado Abdelkrim Muhafidi (44 años). Los dos están casados con iraquís y llevan más de 20 años viviendo en Irak.

Rabat calificó ayer de "extrema barbarie" y de "atentado contra los nobles preceptos del islam" la decisión de asesinar a los rehenes. Este caso supone un nuevo revés para el Gobierno del primer ministro iraquí, Ibrahim Yafari, que intenta convencer a los países árabes para que envíen embajadores a Bagdad.