Una vez más, los extremistas de Al Qaeda en Irak cumplieron con sus amenazas. Una grabación de vídeo dada a conocer ayer a través de una página web islamista mostró la decapitación del rehén norteamericano Eugene Armstrong, capturado el 16 de septiembre junto a otro norteamericano y a un británico en el barrio bagdadí de Mansur. En la cinta, los secuestradores amenazan con asesinar en 24 horas a los otros dos rehenes, en manos del grupo Monoteísmo y Guerra Santa, la más sanguinaria de las milicias islamistas que actúan en Irak.

EEUU confirmó anoche que se había recuperado e identificado el cadáver de Armstrong, al poco de anunciarse su ejecución. La grabación de vídeo mostraba a Armstrong con un uniforme naranja similar al que llevan los detenidos en Guantánamo rodeado de cinco enmascarados. Uno de los extremistas decapitó a Armstrong tras leer un comunicado. Al final, la cabeza de Armstrong, ya separada del cuerpo, fue colocada sobre su espalda.

ENEMIGO NUMERO UNO Monoteísmo y Guerra Santa, liderado por el jordano Abú Musab al Zarqaui, principal aliado de Al Qaeda en Irak y enemigo público número uno de las tropas extranjeras y del Gobierno iraquí, había dado el sábado un plazo de dos días a EEUU y al Gobierno de Bagdad para que liberasen a las mujeres iraquís en las prisiones de Abú Graib y Um Qasar. Las fuerzas norteamericanas respondieron que sólo tenían en su poder a dos mujeres vinculadas con el programa de armamento biológico de Sadam Husein. Este mismo grupo islamista ya se atribuyó el secuestro y asesinato del norteamericano Nicholas Berg, en mayo, y del surcoreano Kim Sun Il, en junio.

Acerca de los dos periodistas franceses, secuestrados ayer hace un mes, nada se sabía, ni tampoco de las dos cooperantes italianas retenidas desde el 7 de septiembre por delincuentes comunes y, al parecer, vendidas posteriormente a Zarqaui.

Además, el asesinato de dos destacados líderes religiosos en Bagdad hizo temer ayer una escalada de violencia interreligiosa en Irak. Los jeques Hadem al Zaidi y Mohamed Yadu, miembros del prestigioso Comité de los Ulemas sunís, murieron a tiros en la noche del domingo y ayer por la mañana, respectivamente, en barrios de mayoría shií.

El jeque Yadu fue abatido a tiros por un grupo armado cuando salía de una mezquita del barrio shií de Al Baya. Al Zaidi fue atacado tras participar en la plegaria de la mezquita de Al Sayad, en Ciudad Sadr, barrio cuya población es en su mayoría shií. Los atacantes dispararon contra el coche en el que viajaba el clérigo, quien cayó mortalmente herido, mientras que sus dos acompañantes, fueron secuestrados y puestos en libertad.

Los miembros del comité siempre se han manifestado contra la invasión norteamericana y británica de Irak. A pesar de ello, la agrupación de clérigos ha accedido en varias ocasiones a actuar como mediadora entre diferentes gobiernos y grupos armados para que pusieran en libertad a los secuestrados.

Por otra parte, la televisión qatarí Al Jazira informó ayer de que los 18 guardias nacionales secuestrados el domingo por un grupo armado shií fueron liberados. Además, en Mosul una explosión mató a tres civiles.