Las autoridades de EEUU y de Arabia Saudí no tienen dudas: el triple atentado de la madrugada del lunes al martes en Riad, horas antes de la llegada de Colin Powell, contra tres complejos residenciales habitados por occidentales es obra de Al Qaeda, la red terrorista del aún buscado Osama bin Laden.

El que ayer se presentaba como el atentado antioccidental más sangriento en territorio saudí causó al menos 29 muertos, 9 de ellos terroristas, según los saudís. A pesar de que el vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, ofreció la única cifra oficial, 91 muertos, miembros de su equipo matizaron luego que era un recuento no confirmado. Así, fuentes del Departamento de Estado, bajo anonimato, indicaron anoche que EEUU temía la muerte de 50 personas, entre ellas entre 10 y 13 norteamericanas, según afirmaron horas antes otras fuentes del mismo departamento.

PIDEN MAS

A decir de los analistas, Al Qaeda golpea de nuevo con fuerza porque no tiene suficiente con la recién anunciada retirada de las tropas de EEUU de Arabia Saudí. "Entre las prioridades de Al Qaeda, además de los ataques contra EEUU, figuran operaciones en países del Golfo y países aliados de América, en particular Egipto y Jordania", reza un presunto comunicado del grupo, que publicará el viernes el semanario saudí Al Majallah . La organización dijo que "planificaba desde hace tiempo operaciones de envergadura en el Golfo", donde dice haber almacenado "gran cantidad de armas y explosivos".

La respuesta del presidente norteamericano, George Bush, fue fiel a los propósitos desde el 11-S. "La lucha contra el terrorismo continúa", dijo Bush, para quien "estos actos despreciables los han cometido asesinos, cuya única fe es el odio, y EEUU encontrará a los asesinos y les enseñará el significado de la justicia norteamericana". Los ataques "llevan la marca de Al Qaeda", precisó su secretario de Estado, Colin Powell, en Ammán (Jordania), donde fue informado de los atentados camino de Riad, adonde llegó ayer.

Arabia Saudí se abonó a esta tesis y puso sus fuerzas en estado de máxima alerta. Las autoridades de Riad daban anoche la cifra de 29 muertos, la mayoría extranjeros, incluidos dos niños jordanos, y 194 heridos. Un recuento que puede crecer.

EXPLOSION SIMULTANEA

Entre los 29 muertos, Riad aseguró que se encontraban los nueve terroristas. Sus cadáveres fueron hallados carbonizados en los complejos residenciales que atacaron, al parecer, con un mínimo de tres coches bombas que explotaron de forma casi simultánea.

El primer vehículo forzó la entrada de Al Hamra, en la periferia de Riad, y su deflagración fue de tal fuerza que rompió los cristales en un radio de un kilómetro y medio y destruyó decenas de casas. El hijo del vicegobernador de Riad, Abdalá al Blaihed, murió en este ataque. Ciudadanos norteamericanos de la empresa de EEUU Venyl, que entrena a la Guardia Nacional saudí, residen en el segundo complejo atacado. En este lugar habría fallecido la mayoría de norteamericanos.

Según el jefe del Estado Mayor Interarmas de EEUU, el general Richard Myers, entre los fallecidos no figura ningún militar norteamericano. Tampoco habría en esta lista ningún diplomático o miembro del Gobierno de EEUU, según fuentes saudís.

Los terroristas también hicieron estallar un vehículo repleto de explosivos en una de las zonas parcelas de lujo más recientes, que alberga 600 casas. Los grandes sistemas de seguridad permanentes en los tres lugares no pudieron impedir los ataques.

Los terroristas eligieron un lugar y una fecha significativa: ayer el mundo musulmán celebró la fiesta del nacimiento de su profeta Mahoma.

Un piloto español de origen venezolano que se alojaba en el complejo Al Hamra, uno de las tres zonas residenciales atacadas, resultó levemente herido en el ojo izquierdo, según explicó a la agencia Efe el embajador de España en Riad, Ramón Ansoaín.