Los Nobel de la Paz son los Nobel controvertidos por excelencia. Los 108 años de historia del premio no están faltos de decisiones polarizantes. Este año fue uno de esos en los que las explicaciones del jurado eran más necesarias y el discurso de su presidente, Thorbjorn Jagland, más esperado. Y como Barack Obama, Jagland no hizo oídos sordos a las críticas y las sornas que generaron la decisión de entregar el diploma y el cheque de 1,4 millones de dólares a un presidente enfrascado en dos guerras y que no lleva ni un año en el cargo.

El presidente del comité del Nobel hizo lo intelectualmente posible para defender los méritos de Obama y, con ello, la dignidad y la seriedad del premio, puestas en entredicho en las últimas semanas. A la postre expuso con un discurso sólido y estructurado la filosofía y ambición del premio: "Ser un instrumento para la paz en el mundo, y no un simple sello de aprobación".

Para Jagland, "la pregunta era muy simple: ¿quién ha hecho más por la paz en el último año? La respuesta, en nuestros términos, es fácil de encontrar: tenía que ser el presidente de EEUU, Barack Obama". Y explicó por qué. "Difícilmente una sola persona domina la política internacional con la amplitud de Obama, o en tan corto espacio de tiempo inicia tantos y tan grandes cambios como él ha hecho". "Muchos opinan que el premio es prematuro. ¿Por qué el comité del Nobel no espera hasta que los acuerdos de paz son definitivos? Nada es definitivo en la historia. Siempre se mueve. La paz debe ganarse una y otra vez. Así que, si los principios son importantes y su lucha es vital para el futuro del mundo, el comité no puede esperar hasta que esos principios hayan ganado en todos los frentes".

UN LARGO CAMINO En este sentido, recordó que, "a lo largo de nuestra historia, muchos fueron premiados cuando los resultados de sus acciones no estaban aún claros en ese momento". Citó, por ejemplo, el Nobel de la Paz que recayó en Martin Luther King. "Faltaba aún un largo camino para que su sueño de ver un presidente negro se convirtiera en realidad".

Ante una audiencia en que se encontraba la familia real noruega al completo y algún rostro popular, como el actor Will Smith, el máximo responsable del jurado del Nobel precisó entre los logros de Obama la diplomacia multilateral que guía su política exterior, el respeto a la legalidad internacional, la prohibición de la tortura, sus esfuerzos por cerrar Guantánamo y sus iniciativas para reducir la existencia de armas nucleares en el mundo.

"El premio de este año debe verse a la luz de la situación actual en el mundo, con graves tensiones, numerosas guerras, conflictos por resolver y también la degradación del medio ambiente y el cambio climático". Y en este punto le vino al dedo una cita de Desmont Tutu: "Obama ha bajado la temperatura en el mundo", señaló.