El vodevil en el que se ha convertido la salud del presidente palestino Yasir Arafat --internado en un hospital militar de París de una enfermedad desconocida y con un estado de salud cuyo alcance exacto tampoco es público-- dio ayer un espectacular giro con la entrada en escena como un huracán de Suha Arafat, la mujer del rais . En un arranque desconcertante, Suha acusó a Mahmud Abbas, número dos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y a Ahmed Qurei, primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), de conspirar para "enterrar vivo" a su marido. A pesar de ello, Qurei y Abbas llegaron anoche a París.

Dotada por la ley francesa de la potestad sobre la salud de su marido, una nerviosa Suha tomó el teléfono "a los pies de la cama" de Arafat y transmitió a través de Al Jazira su "mensaje al pueblo palestino". "Un grupo de los que quieren heredar viene a París. Tenéis que ser conscientes de la conspiración. Os digo que quieren enterrar vivo a Abú Amar. El está bien y volverá a casa", aulló Suha, refiriéndose al viaje a París que Abbas, Qurei y el ministro de Exteriores palestino, Nabil Shaat, tenían previsto efectuar ayer por la mañana.

El ataque frontal fue un durísimo golpe que hizo tambalearse a la ANP y la OLP, dejando en agua de borrajas el trabajo que habían efectuado desde que Arafat fue trasladado a París. En un primer momento, los ultrajados dirigentes anularon el viaje a París, aunque más tarde decidieron hacerlo. Anoche llegaron a París, donde hoy está previsto que se entrevisten con el presidente, Jacques Chirac, y el ministro de Exteriores, Michel Barnier, informa Montse Capdevila.

Mientras Qurei respondía de forma serena a Suha --"Expresamos nuestro más profundo pesar por las palabras de la hermana Suha"-- otras figuras públicas palestinas, como el viceministro Sufian Abú Zaida y la exministra Hanan Ashrawi, recordaban a la esposa del rais que "Arafat pertenece al pueblo palestino". Más duro fue el pueblo: cualquier palestino insultaba ayer a Suha o se preguntaba dónde ha estado durante la Intifada, periodo que ha pasado en París.